¿Es Oro o Cloro? ¡Descubre la Verdad!

Evite siempre y en todo momento bañarse en agua tratada con cloro, pues entonces el Oro reacciona dado este compuesto y deteriora su brillo. Nunca guardar nuestras propias joyas de oro con otras de plata u otro metal. La cercanía con otros metales puede oscurecer su superfície por contacto.

Solo tienes que mezclar el bicarbonato con unas gotas de limón y frotar la mezcla en la pieza. Después, limpiamos y secamos la joya con un harapo blanco. Si el paño blanco se está poniendo renegrido, entonces la joya no es de oro puro.

Posees que poseer un imán bastante potente, no sirve con los imanes de la nevera. El oro no es un metal imantado, por lo que si tu pieza de oro se ve atraída por el imán, lo que posees en la mano no es oro. Se tratará de un metal férrico bañado en oro.

Verifica el oro con jugo de limón
Esta prueba solo te prueba si la superfície de la joya es de oro. Para ello vierte un poco de jugo de limón recién exprimido acerca de la joya, y sécala con un paño blanco de algodón. Si ves una mácula negra en la lona, luego entonces tu joya no es de oro.

El cloro obscurece el oro
El cloro es una de las muchas sustancias que producen esa sensación de deterioro en todas nuestras joyas de oro.

Finalmente, jamás tienes que utilizar lejía como para adecentar tus joyas de oro. La lejía es un material demasiado fuerte que contiene cloro y podría descolorar la pieza como para siempre.

Cuando se usa de manera regular, su joyería de oro está expuesta a los aceites de la piel, el aire, el polvo, el maquillaje, los golpes y más. Todos éstos impactos terminan por perjudicar el brillo y la imagen de tus joyas.

Evite siempre bañarse en agua tratada con cloro, pues el Oro reacciona dado este compuesto y estropea su brillo. Jamás almacenar nuestras joyas de oro con algunas otras de plata u otro metal.

La clave se encuentra en vigilar la reacción de la joya al entrar en contacto con el cloro. Es suficiente con colocar unas gotas sobre una región de la pieza de joyería. De ésta forma, si en la joya se generan cambios de color o bien cualquier modificación, es por el hecho de que no es oro.

Para revisarlo, tan sólo hay que hacer lo posterior: Troceamos un limón y exprimimos unas gotitas acerca de la pieza. La limpiamos con una lona blanca y si esta se pone negra, es que no lo es. Si lo fuese, el paño quedaría nítido.

Para esto comprobaremos la diferencia entre el nivel del agua ya antes de sumergir la pieza y el nivel una vez esté sumergida. Así, podemos conocer la densidad de exactamente la misma, que, en funcion de su pureza, sería: 11,57 gr/ml como para el oro de 10 quilates. 13,57 gr/ml para el de 14 kilates.

El truco del limón para saber si es oro
Con sólo recortar un limón y exprimir unas gotitas acerca de la pieza, tendríamos que poder demostrarlo. Lo que hay que realizar es limpiarla con una lona blanca que, si se está poniendo negra, nos demuestra que no es oro y si quedase limpia, prueba que sí lo es.

Pon a prueba del Ácido Nítrico
Se está tratando de colocar la pieza acerca de una placa de acero inoxidable y derramar unas gotitas de ácido nítrico acerca de la joya de oro. Si la joya se está poniendo verde oscura, es que tan sólo es un baño de oro y la pieza está fabricada en cualquier otro metal.

Para esto, es suficiente con coger la está llamando de un encendedor o bien bién una cerilla y aproximarla a una zona de la pieza de joyería a lo largometraje de un minuto más o bien menos. La reacción de la pieza de joyería a este mismo calor otorgará la clave de si es o no oro. En concreto: Si no se obscurece y tan sólo está caliente, es que es oro puro.