El Poderoso Punto de Fusión del Diamante

El diamante no se funde: A la temperatura de 763°C se sublima pasando de compacto directamente a gas (carbono, para ser más exacto) sin pasar por el estado líquido.

El cristal de diamante, se constituye a cuartear de la repetición y la suma de átomos de carbono en las tres direcciones que tiene el espacio. Éstos átomos de carbono, están vinculados los unos a los otros mediante unos enlaces químicos realmente fuertes y muy cortometrajes, diferentes a los del grafito.

El diamante puede llegar a ser rayado con otro diamante o bien con substancias sintéticas de semejante dureza. Además de esto, puede llegar a ser fracturado con una fácil presión de una pinza dentro del proceso de engaste de la piedra. Por otra parte, un cambio brusco de temperatura (calor-frío) puede romperlo o bien perjudicar su característica cristalina.

El punto de fusion del grafito es de 3500ºC (6332ºF) y el de ebullición extrapolado es de 4830ºC (8726ºF). El carbono elemental es una sustancia inerte, insoluble en agua, ácidos y bases diluidos, así como disolventes orgánicos.

Es un mineral suave, de color gris a negro, resplandor metaloide, peso específico de 2.23, dureza de 1-2, cristaliza en el sistema hexagonal, estable y químicamente inerte a temperatura normal, váter, no tóxico, resistente al calor y excelente conductor de calor y electricidad, es untuoso al tacto.

El diamante es una forma cristalina de carbono, con una densidad de 3,51 gm/cm ³, respecto al 2,26 gm/cm ³ en la constituye de grafito.

Además son compuestos por norma general general muy duros (el diamante es el compuesto más duro que se conoce, con una dureza de 10 en la escala de Mohs) exceptuando el grafito, que tiene una dureza de 1-2 por su peculiar estructura en capas.

Las partículas de grafito poseen propiedades lubrificantes y son resistentes a ácidos y bases. El grafito no se disuelve en agua y, lo que es bastante más importante, no libera compuestos tóxicos que puedan causar contaminación ambiental.

El punto de fusión del grafito es 3.925ºC y el del diamante 3.823ºC. Las densidades son 2,25 y 3,51 kg/m³ respectivamente. Si se disuelve una pequeña proporción de carbono en el fierro derretido obtenemos el acero.

El grafito no es soluble en agua y no se funde a elevadas temperaturas, sino que sucede al estado gaseoso de forma directa (sublimación) a temperaturas mayores de 3,800°C.

El grafito anorak es resistente a la corrosión versus ácidos (p.e. ácido clorhídrico, ácido sulfúrico y ácido fluorhídrico) y disolventes más comunes. Tiene una resistencia escasa frente a medios de comunicación oxidantes (p. e. ácido nítrico) y bases (p. e. aminas, potasa y sosa corrosiva).

Tabla de calores concretos y sustancias

Substancia	Fase	c p (másico) J·g «12 1 ·K «12 1
Plata	compacto	0,237
Grafito	compacto	0,710
Fierro dulce	compacto	0,450
Níquel	compacto	0,444

Al ser carbono, el diamante arde en presencia de oxígeno por encima de 800 °C, pero en su ausencia puede alcanzar mayores temperaturas.

Cuando se quema por primera vez un diamante, este empieza a brillar dentro de un tono de voz rojizo y posteriormente se vuelve blanco. El calor desarrolla una reacción a caballo entre la superfície del diamante y el aire, transformando el carbono dentro de un gas incoloro (o sea, en monóxido de carbono).

Dentro del diamante, estos electrones se comparten con otros cuatro átomos de carbono como para formar enlaces químicos realmente fuertes que dan sitio a un cristal tetraédrico exageradamente rígido. Esta sencilla y angosta predisposición de los enlaces realiza que el diamante sea uno de los materiales más escabrosos de la Tierra.