El egoísmo humano: un debate eterno - 3 - diciembre 27, 2023

El egoísmo humano: un debate eterno

El egoísmo humano es un tema que ha generado debate y reflexión a lo largo de la historia. Desde diferentes perspectivas, filósofos, psicólogos, sociólogos y pensadores han abordado este tema, tratando de comprender la naturaleza humana y su relación con el egoísmo. En este post, exploraremos las diferentes facetas del egoísmo humano, sus implicaciones en la sociedad y cómo podemos abordarlo desde una perspectiva ética y moral.

¿Por qué el ser humano es egoísta por naturaleza?

Nuestra naturaleza nos hace percibirnos como el centro del universo, en una situación al extremo personalista. Nuestra configuración natural no es empática, sino que nos condiciona al egoísmo. Esta tendencia egoísta se fundamenta en la supervivencia y el instinto de preservación, que nos lleva a priorizar nuestro bienestar por encima del de los demás. Además, factores como la competencia por recursos limitados y la necesidad de proteger nuestro propio interés contribuyen a fortalecer esta inclinación hacia el egoísmo.

Según el filósofo inglés Thomas Hobbes, los hombres y las mujeres son egoístas por naturaleza. Su teoría del estado de naturaleza describe a la humanidad en un constante conflicto debido a la búsqueda individual de poder y beneficio propio. Esta visión pesimista sobre la naturaleza humana refleja una tendencia innata hacia el egoísmo, que se manifiesta en la sociedad a través de la competencia, la desconfianza y la búsqueda de satisfacción personal. En resumen, la naturaleza humana nos inclina hacia el egoísmo, pero también es importante reconocer la capacidad de la sociedad y la educación para promover la empatía y la solidaridad como contrapeso a esta tendencia natural.

¿Cómo son los seres humanos, egoístas o generosos?

La conclusión de que la gente se comporta de forma egoísta con un grupo grande mientras es generosa con los individuos sugiere que perjudicar a muchos individuos puede ser más fácil que perjudicar a uno solo, en línea con las pruebas existentes de que la gente está más dispuesta a ayudar a un individuo que a muchos. Esta dicotomía en el comportamiento humano puede explicarse por diversos factores, como la empatía y la identificación con el sufrimiento de un solo individuo, en contraposición a la dificultad de percibir el sufrimiento de un grupo como algo personal. Además, la presión social y la reputación también pueden influir en la generosidad hacia un individuo, ya que el acto de ayuda puede ser más visible y valorado socialmente.

Por otro lado, la egoísmo hacia un grupo grande puede estar relacionado con la percepción de que el impacto de nuestras acciones se diluye entre un gran número de personas, lo que puede reducir el sentimiento de responsabilidad individual. Asimismo, la competencia por recursos limitados puede alimentar actitudes egoístas, especialmente cuando se percibe que ayudar a otros puede significar una pérdida personal. En resumen, la naturaleza humana parece estar influenciada por una compleja interacción de factores psicológicos, sociales y contextuales que dan lugar a comportamientos tanto generosos como egoístas en diferentes situaciones.

¿Qué es el egoísmo según Hobbes?

¿Qué es el egoísmo según Hobbes?

Según Hobbes, el egoísmo no se limita a la constante actuación en exclusiva por el propio interés, sino que se refiere a un «deseo egoísta» que lleva a actuar porque algo “es” o “parece” conveniente. En su obra «Leviatán» (o El soberano), Hobbes explica que el egoísmo se basa en la búsqueda de la propia supervivencia y la satisfacción de las propias necesidades, lo cual lleva a los individuos a actuar en su propio beneficio. Esto no implica necesariamente la exclusión de la cooperación o el beneficio mutuo, ya que el egoísmo puede manifestarse en la búsqueda de acuerdos que beneficien a ambas partes, siempre y cuando se perciba como conveniente para el individuo.

Es importante destacar que para Hobbes, es distinto actuar de acuerdo al propio interés, que actuar de acuerdo con lo que interesa. El egoísmo implica una inclinación hacia lo propio, pero no necesariamente excluye la posibilidad de cooperar o buscar acuerdos que beneficien a otros. En última instancia, el egoísmo se sustenta en el deseo de preservar la propia existencia y bienestar, y puede manifestarse de diversas formas en la interacción social y política.