¿Tirarías tu botella de agua si tuvieras la posibilidad de comértela? De esta idea inusual apareció Ooho. El envase está hecho de algas pardas, polimanuronato de sodio y salmuera de calcio, y tiene forma de esfera de gelatina.
Creado por un trío de estudiantes de diseño de Londres – Rodrigo García González, Couche Guillaume y Pierre Paslier – Ooho aparece como una alternativa inteligente, cuyo objetivo es reducir la producción de envases de plástico.
La burbuja gelatinosa se forma a través de un proceso llamado “gelificación”, método utilizado por primera vez en 1946, y actualmente utilizado por algunos chefs para transformar líquidos en gel. Este proceso se realiza congelando el agua y sellando los cubitos de hielo en la membrana de gelatina. Entonces, cualquiera puede hacer que esta agua “burbujee” en casa, requiriendo solo los dos ingredientes mencionados anteriormente.
Ooho está inspirado en la propiedad de los líquidos de formar, espontáneamente, gotas esféricas debido a la tensión superficial. Ooho, como su cre.
Los actores Rodrigo García González, Pierre Paslier y Guillaume Couche dicen simular este comportamiento, envolviendo los líquidos en una membrana comestible, al igual que las frutas cítricas como la naranja, el limón y la toronja, que consisten en un compuesto extraído de las algas.
El envase resultante protege bien el líquido interior, es fácil de conseguir, duradero, higiénico, biodegradable y muy económico: cada envase de este tipo cuesta alrededor de 2 centavos de dólar estadounidense.
No solo que el Ooho es biodegradable, sino que también es mucho más barato que producir una botella de agua de plástico. Entonces, la producción completa de una burbuja de agua comestible, Ooho, incluidos los precios de energía para congelar el agua, cuesta alrededor de 2 centavos, mientras que el precio de una botella de agua de plástico alcanza los 10 centavos.
Recientemente, ganaron una inversión de 20.000€ ( Unos 22.368 dólares ) del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, cantidad que se destinó a diferentes empresas que pueden fabricar diferentes materiales biodegradables.
Cuando tienes sed, simplemente perforas la membrana y bebes el agua del interior. Los más valientes y menos escépticos pueden tragarse la “burbuja”, entera porque Ooho es comestible, higiénico y biodegradable. El embalaje respetuoso con el medio ambiente requiere unos costes de producción más económicos que los del PET.
En cuanto al etiquetado, la etiqueta se puede colocar entre las dos capas, de la doble membrana, sin necesidad de cola, y también puede ser comestible, si es de papel de arroz, por ejemplo.
Uno de los creadores de Ooho, Rodrigo García González, dijo que cerca del 50% de las botellas plásticas de agua que tiramos no son recicladas, consumo que refleja la sociedad en la que vivimos.
Como cualquier proyecto recién nacido, Ooho también tiene algunas debilidades:
- La dificultad de mantener la “burbuja” de agua comestible limpia e higiénica hasta su consumo;
- Alta posibilidad de mojarse tanto en la cara como en la ropa al romper la membrana.
Este es el futuro. No tiene sentido preguntarnos si este será un gran invento para el Joe trabajador promedio porque todos sabemos que es hora de un gran cambio. El plástico continúa causando mucho daño a nuestra tierra y es hora de usar la tecnología a nuestro favor. Una botella biodegradable que se pueda comer podría ayudarnos a todos.
