La piel alrededor de una perforación nueva puede hincharse, ponerse roja y estar sensible durante algunos días. Puede sangrar un poco. Si la hinchazón, el enrojecimiento y el sangrado duran más que unos pocos días, comunícate con tu médico.
Es normal experimentar un poco de sangrado después de hacerte un piercing, ya que estás creando una herida en tu cuerpo. Sin embargo, si el sangrado es excesivo o continúa durante varios días, es importante buscar atención médica. A continuación, te ofrecemos algunos consejos sobre qué hacer si tu piercing sangra más de lo normal.
Si notas que tu piercing está sangrando más de lo esperado, aplica presión suave con un paño limpio o una gasa esterilizada para detener el sangrado. Evita usar algodón, ya que pueden quedar fibras atrapadas en la herida.
Si el sangrado persiste por más de unos pocos días o se vuelve abundante, es crucial buscar atención médica para evitar complicaciones.
¿Cuántos días es normal que sangre un piercing?
Los días siguientes a la realización de un piercing, es normal percibir un sangrado ligero, inflamación e hinchazón en la zona. Esto se debe a que el cuerpo está respondiendo al trauma causado por la perforación. El sangrado suele ser más notorio en las primeras 24 horas, pero puede persistir durante algunos días. Es importante mantener la zona limpia y seguir las indicaciones del profesional que realizó el piercing para prevenir infecciones y promover una pronta cicatrización.
De manera general, la perforación lingual tarda en cicatrizar de 6 a 8 semanas. Durante este periodo, es normal que se presente un poco de sangrado ocasional, pero si la hemorragia persiste o se vuelve abundante, es fundamental consultar al especialista para descartar complicaciones. Mantener una buena higiene bucal y evitar alimentos irritantes o calientes puede contribuir a reducir el sangrado y favorecer la recuperación. En caso de dudas o preocupaciones, siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional.
¿Cómo quito la sangre del piercing?
Para quitar la sangre del piercing, es importante tratar la zona con cuidado para no irritar la perforación. Puede utilizar una solución salina para empapar una almohadilla de algodón suave y colocarla sobre el piercing durante unos minutos. Esto ayuda a ablandar la sangre seca y facilita su limpieza. Es importante evitar frotar o raspar la sangre seca, ya que esto puede causar molestias e incluso dañar la piel alrededor del piercing.
Es crucial recordar que no se debe usar alcohol para limpiar el piercing, ya que puede resecar la piel y causar irritación. Además, es importante mantener el piercing limpio y seco en todo momento para prevenir infecciones. Si la sangre seca es difícil de quitar, es recomendable consultar a un profesional del piercing para obtener orientación adicional sobre cómo manejar la situación de la forma más segura y efectiva.
¿Cómo saber si un piercing se está curando?
Además de que la herida deje de producir líquido y los tejidos se hayan sanado por completo, hay otros signos que indican que un piercing se está curando adecuadamente. Uno de ellos es la reducción de la inflamación y enrojecimiento alrededor del área del piercing. La piel alrededor del piercing también se volverá menos sensible al tacto. Además, si el piercing es en el cartílago, notarás que la sensación de molestia o dolor disminuirá progresivamente.
Otro indicador de que un piercing se está curando es que ya no experimentarás ningún tipo de secreción de color amarillento o verdoso, lo cual podría ser un signo de infección. En cambio, la zona alrededor del piercing estará limpia y seca, y no sentirás ningún tipo de picazón o irritación. Es importante seguir cuidando la zona del piercing incluso después de que haya sanado por completo, manteniéndola limpia y evitando manipularla en exceso para prevenir cualquier tipo de complicación.
¿Cómo saber si un piercing está infectado?
Los síntomas de un piercing infectado son:
1. Piel de la zona muy roja y caliente alrededor del piercing.
2. Inflamación y dolor al tocar o rozar el piercing, a veces acompañado de sensación de calor en la zona.
3. Secreción de pus a través de la perforación, el cual puede ser de color amarillo, blanco o verde y quizás con algunas manchas de sangre.
4. La piel de alrededor está caliente y te arde al tocarla.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para tratar la infección. Además, es recomendable mantener la zona limpia y seca, evitar manipular el piercing con las manos sucias y seguir las indicaciones del profesional de la salud para ayudar en la recuperación. En algunos casos, puede ser necesario retirar temporalmente el piercing para permitir que la zona sane adecuadamente antes de volver a colocarlo. Recuerda que la higiene y el cuidado son fundamentales para prevenir y tratar las infecciones en los piercings.
