Si eres amante de la repostería y te encanta trabajar con masa de hojaldre, seguramente te has preguntado si es posible congelarla para usarla más adelante. ¡La respuesta es sí! Y en este post te contaremos cómo puedes congelar la masa de hojaldre del Lidl, una solución práctica para guardar y usar cuando quieras.
¿Cómo se congela la masa de hojaldre?
Para congelar la masa de hojaldre de manera adecuada, es recomendable darle una forma fácil de manejar una vez que esté descongelada. Para ello, se puede utilizar un rodillo de madera para formar un disco o un rectángulo, dependiendo de la receta que se vaya a preparar. Esto facilitará su posterior estirado una vez que esté descongelada.
Una vez que se haya formado la masa en la forma deseada, se debe envolver muy bien con plástico film o colocarla en una bolsa con sello hermético. Es importante asegurarse de que esté completamente sellada para evitar que entre aire y se formen cristales de hielo en la masa. Luego, se puede colocar en el congelador y se mantendrá en buenas condiciones hasta que se necesite utilizar.
¿Qué masa se puede congelar?
Casi todos los tipos de masa cruda se pueden congelar con buenos resultados. Esto es especialmente útil si quieres preparar la masa con anticipación y tenerla lista para usar en cualquier momento. La congelación de la masa permite conservarla por más tiempo sin que se estropee y también ayuda a mejorar su textura y sabor.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las masas se congelan de la misma manera. Las masas hechas con levadura seca pueden tener un resultado algo menos satisfactorio después de ser congeladas. Esto se debe a que la levadura puede perder parte de su actividad durante el proceso de congelación, lo que puede afectar la capacidad de la masa para crecer adecuadamente al hornearla. Por lo tanto, si quieres congelar masa con levadura, es recomendable dejarla fermentar durante un tiempo más largo antes de congelarla, para asegurarte de que la levadura esté completamente activa.
¿Cuánto tiempo dura la masa de hojaldre en la nevera?
El hojaldre es una masa utilizada en la repostería y en la elaboración de diversos platos salados. Su textura crujiente y su versatilidad a la hora de combinar con otros ingredientes lo convierten en un elemento muy apreciado en la cocina. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la masa de hojaldre es un producto fresco que requiere ciertos cuidados para su conservación.
Una vez comprada, la masa de hojaldre se debe mantener en la nevera para evitar que se estropee. En refrigeración (0-5ºC), el hojaldre tiene una vida útil de aproximadamente 8 días. Pasado este tiempo, es recomendable desecharlo, ya que su calidad y textura pueden haberse visto afectadas. Es importante tener en cuenta que el hojaldre no se debe volver a congelar una vez descongelado, por lo que es recomendable utilizarlo lo antes posible una vez sacado del congelador.
Si se desea conservar la masa de hojaldre por un periodo más largo, se puede optar por congelarla. El hojaldre se debe mantener en congelación a una temperatura de -18ºC hasta por 4 meses. Para descongelarlo, se recomienda sacarlo del congelador y dejarlo reposar en la nevera durante varias horas. Una vez descongelado, se puede utilizar para preparar diferentes recetas, como tartas, empanadas o volovanes.
¿Cuánto cuesta la masa de hojaldre del Mercadona?
La masa de hojaldre del Mercadona tiene un precio de 2,40€. Es importante destacar que esta masa utiliza aceite de girasol y grasas vegetales no hidrogenadas (palma y coco) en lugar de la tradicional mantequilla. Aunque esto puede resultar interesante para aquellos que buscan opciones más saludables, es necesario mencionar que Hacendado también ofrece una masa hermana, el hojaldre de mantequilla, para aquellos que prefieren el sabor y la textura característicos de este ingrediente.
El hojaldre es un tipo de masa muy versátil que se utiliza en numerosas recetas dulces y saladas. Su textura crujiente y su sabor neutro lo convierten en una opción perfecta para preparar tartas, pasteles, empanadas y otros platos horneados. Además, su proceso de elaboración requiere de una serie de pliegues y reposos que permiten que se forme una estructura de capas muy característica.
