Los pulgones pican a las personas: ¿mito o realidad? - 3 - diciembre 14, 2023

Los pulgones pican a las personas: ¿mito o realidad?

La presencia de nubes de pulgones puede resultar muy desagradable, pero es importante destacar que los pulgones no pican a las personas y son inofensivos para el ser humano. A pesar de su apariencia y su capacidad para dañar las plantas, los pulgones son inofensivos para los seres humanos y no representan un riesgo para la salud.

Los pulgones son insectos pequeños que se alimentan de la savia de las plantas, y su presencia puede causar daños a los cultivos y jardines. Sin embargo, es fundamental aclarar que los pulgones no representan una amenaza para las personas, ya que no tienen la capacidad de picar a los seres humanos.

Es importante informar a la población sobre la inocuidad de los pulgones para evitar malentendidos y temores infundados. A continuación, se detallan algunas características de los pulgones y se desmitifican ciertas creencias erróneas sobre su interacción con los seres humanos.

Características de los pulgones:

Los pulgones son pequeños insectos de cuerpo blando, generalmente de color verde o negro. Se reproducen con gran rapidez, lo que puede llevar a la formación de grandes colonias en las plantas. A pesar de su capacidad para dañar los cultivos, es importante destacar que los pulgones no representan un peligro para las personas.

Creencias erróneas sobre los pulgones:

Creencias erróneas sobre los pulgones:

  • Los pulgones pican a las personas:
  • FALSO. Los pulgones no tienen la capacidad de picar a los seres humanos, ya que su aparato bucal está adaptado exclusivamente para su alimentación de savia de plantas.

  • Los pulgones transmiten enfermedades a los seres humanos: FALSO. A pesar de su capacidad para transmitir virus a las plantas, los pulgones no representan un riesgo para la salud humana.
  • ¿Qué les hacen los pulgones a los humanos?

    ¿Qué les hacen los pulgones a los humanos?

    Los pulgones son insectos que se alimentan de la savia de las plantas, lo que puede ocasionar daños en cultivos y jardines al debilitar las plantas. Además, su presencia puede atraer a otros insectos como las hormigas, que establecen una simbiosis con los pulgones, protegiéndolos a cambio de alimentarse de una sustancia azucarada que segregan. Esto puede generar problemas en la agricultura y la jardinería, requiriendo medidas de control para evitar daños significativos en las plantas.

    En cuanto a los efectos sobre los seres humanos, los pulgones no representan una amenaza directa. Los Técnicos de Salud Pública señalan que estos insectos no tienen ninguna repercusión sanitaria negativa sobre la salud de las personas. Explican además que la eclosión de estos insectos efímeros se ha producido por el incremento de las temperaturas y el suave invierno de este año.

    ¿Cómo es la picadura de un pulgón?

    ¿Cómo es la picadura de un pulgón?

    Las picaduras de pulgón son ocasionadas por este pequeño insecto chupador que se alimenta de la savia de las plantas. Cuando un pulgón pica a una planta, inyecta saliva tóxica que puede causar daño a la planta y dejar una marca en la zona afectada. Las picaduras de pulgón suelen provocar un debilitamiento de la planta, haciendo que las hojas se vuelvan amarillas y se rizan. Además, las picaduras de pulgón pueden facilitar la transmisión de enfermedades virales entre las plantas.

    En cuanto a las picaduras de pulga, estas son causadas por pequeños insectos que se alimentan de la sangre de animales y personas. Cuando una pulga pica a su huésped, puede dejar una picadura dolorosa y con picazón en la zona afectada. A menudo, las picaduras de pulga aparecen en grupos de tres o más, formando pequeñas protuberancias rojas en la piel. Es importante tratar las picaduras de pulga con cuidado para evitar infecciones secundarias, y se recomienda seguir las indicaciones de un profesional de la salud en caso de reacciones alérgicas.

    ¿Qué daño pueden causar los pulgones?

    Los áfidos, también conocidos como pulgones, dañan una gran variedad de plantas hospederas al succionar los jugos de las hojas y los tallos, causando decoloración, hojas maltratadas, amarillentas y crecimiento atrofiado. Estos insectos se reproducen rápidamente, por lo que pueden causar daños significativos en cultivos agrícolas y plantas ornamentales si no se controlan adecuadamente. Además del daño directo causado por la alimentación de los pulgones, también pueden transmitir virus a las plantas, lo que agrava aún más su impacto negativo.Los pulgones también producen una sustancia azucarada llamada «melaza», que puede promover el crecimiento de hongos como el moho negro, causando aún más daño a las plantas. Este moho puede obstruir los poros de las hojas, reduciendo la capacidad de la planta para llevar a cabo la fotosíntesis. Además, las hojas afectadas por los pulgones pueden volverse pegajosas y atraer a otros insectos, como las hormigas, que se alimentan de la melaza. En resumen, los pulgones no solo causan daño directo a las plantas al alimentarse de ellas, sino que también pueden tener efectos indirectos perjudiciales al promover el crecimiento de hongos y atraer a otros insectos no deseados.

    ¿Cuándo atacan los pulgones?

    Los pulgones atacan los cultivos de pimientos o ajíes principalmente a mediados del verano. Durante esta época, las condiciones cálidas y secas son propicias para la proliferación de los pulgones, que se alimentan de la savia de las plantas y pueden debilitarlas e incluso transmitir enfermedades. Los pulgones son especialmente problemáticos en cultivos de pimientos, ya que suelen multiplicarse rápidamente y causar daños significativos si no se controlan a tiempo.Además, los pulgones suelen atacar las plantas de pimientos en brotes tiernos, y su presencia puede ser identificada por la presencia de manchas pegajosas en las hojas, así como por la deformación de los brotes. Es importante monitorear de cerca los cultivos de pimientos durante el verano para detectar cualquier signo de infestación de pulgones, y tomar medidas para controlar su población, como la aplicación de insecticidas naturales o el fomento de la presencia de sus depredadores naturales, como mariquitas y avispas parasitoides.