No, no estamos hablando de tus zapatillas luminosas favoritas de la escuela secundaria: las zapatillas inteligentes son un calzado que promete registrar tus pasos, ayudarte en tu entrenamiento y, en general, actuar como rastreadores de actividad en tus pies.
La tendencia realmente subió de nivel (juego de palabras) en el CES 2016, cuando Under Armour lanzó su calzado equipado con UA Speedform Gemini 2 Record, que se espera que debute a finales de febrero por unos 150 dólares. La compañía también anunció un sistema integral de seguimiento de los entrenamientos, llamado HealthBox. Por supuesto, Under Armour no fue la única empresa que estrenó calzado inteligente en la feria; también vimos nuevos productos de iFit, Zhor Tech y Digitsole.
Tanto si estás convencido como si no de que un par de zapatillas inteligentes deben ser tu último rastreador de actividad, sigue leyendo para ver qué ofrecen estos productos y cuáles son las opciones actuales.
Lo básico
En primer lugar, no olvidemos que Nike ya ofrece zapatillas Nike+ que registran estadísticas básicas como la distancia y la velocidad. La diferencia con la última hornada de zapatillas inteligentes es que prometen mejorar la tecnología con un seguimiento adicional de las estadísticas, y algunas de ellas se integran con otros dispositivos de fitness para proporcionar una imagen más completa de tus niveles de actividad.
Las zapatillas UA Speedform Gemini 2 Record Equipped Footwear de Under Armour son un sólido ejemplo de zapatillas inteligentes que se centran en aportar más datos a tu rutina de entrenamiento. Al igual que un rastreador de actividad de muñeca normal, incluyen un chip que registra estadísticas como la distancia, el ritmo y la longitud de la zancada. Al igual que muchos dispositivos de seguimiento de la actividad física, pueden detectar automáticamente cuándo el usuario está corriendo o moviéndose, y entran en un «modo de reposo» cuando el usuario se las quita y las zapatillas no están en uso. Y lo mejor de todo es que las zapatillas almacenan información como el número total de kilómetros que has corrido con ellas.
Como ya se ha mencionado, Under Armour no es la única empresa que está probando suerte en esta categoría de wearables, pero destaca por adoptar un enfoque que va más allá de las zapatillas para incluir una pulsera que mide la frecuencia cardíaca en reposo, una báscula que mide el peso y la grasa y una correa para el pecho que registra las calorías quemadas y las pulsaciones por minuto activas. La idea es que tus zapatillas sean una extensión de tu sistema de datos de fitness, lo que, aunque añade otro gasto, podría ofrecer una imagen más completa y activa de tus estadísticas de entrenamiento.
En cuanto al precio, parece que la mayoría de las zapatillas inteligentes se sitúan entre los 150 y los 300 dólares. Hay excepciones, como la Digitsole, de 450 dólares, pero este par ni siquiera parece centrarse en el seguimiento de tus entrenamientos. Su «inteligencia» incluye el seguimiento de los pasos, el calentamiento de los pies y el ajuste automático con sólo pulsar un botón. En otras palabras, se trata más de trucos que de un seguimiento real de cada métrica de tu entrenamiento.
¿Necesitas un par?
Aunque los fabricantes de calzado inteligente afirmen que sus dispositivos de seguimiento son más precisos que los que se llevan en la muñeca, no es razón suficiente para pasarse a este tipo de calzado. Por un lado, querrás asegurarte de que llevas el calzado para correr o hacer ejercicio más cómodo posible: si el calzado inteligente no se ajusta bien, ¿de qué sirve obtener más estadísticas?
Además, ten en cuenta tus objetivos de fitness. Si eres un atleta profesional, probablemente ya tengas acceso a lo último en seguimiento y control de estadísticas. Si eres un corredor de maratón, no faltan los relojes y rastreadores especializados para ayudarte. Y si eres un entusiasta más casual, tu cartera estará mejor servida por un dispositivo más económico.
En cualquier caso, es pronto para la última hornada de zapatillas inteligentes, así que, a no ser que seas uno de los primeros en adoptarlas, puede que no sea el mejor momento para atarlas.
