Una Mirada a Sor Juana y Hernán Cortés

Fue extensamente reconocida como escritora, si bien ella misma declaró en su Contestación a Sor Filotea de la Cruz, que siempre y en toda circunstancia escribió por encargo. Escribió obras teatrales, como Los empeños de una casa (1683) y Amor es más laberinto (1689); autos sacramentales como El divino Narciso (1689) y rebosante poesía.

Sor Juana Inés de la Cruz fue una monja quien vivió en un ámbito cerrado para la participación de la mujer, en el como defendió la igualdad a caballo entre hombres y mujeres para acceder a la educación y al conocimiento, dijo la directora de cine de la Escuela de Extensión UNAM-Canadá, Alicia Mayer González.

Pidiendo vestir la envoltura masculina, sor Juana Inés rechaza todavía el modelo, da todavía muestra de estimar evitar confrontación e identificación con la madre.

Con una vida intelectual intensa, Sor Juana englobó todos los saberes de su temporada y escribió numerosos poemas tanto líricos como cortesanos y filosóficos, comedias teatrales, obras religiosas y villancicos. Aprendió a leer y escribir a los tres años y a los ocho escribió sus propios primeros versos.

Lejos de apreciar cumplir con un mandato social que no coincidía con sus intereses muy personales, Sor Juana luchó por obtener -en un contexto misógino y machista- la vida que quería con un alegato feminista, unico en la temporada colonial.

Sor Juana publicó su trabajo en varias partes de España y fue la primer gran versista barroca en la Noticia España. Recibió halagos y ataques misóginos, siendo acosada por ser mujer y erudita, monja y literata. Su estilo era considerado inapropiado como para los standards cristianos de la Nueva España del siglo XVII.

La profesora de literatura e idiomas modernos Adelaida Martínez de la Universidad de Nebraska describe a Sor Juana como la primera feminista de América, cuya obra da fe de como la potencia fundadora en la mujer es capaz de vencer la hostilidad de cualquier sistema patriarcal (Adelaida Martínez 2001).

Respuesta. Contestación:El poema Hombres estúpidos que acusáis, de sor Juana Inés de la Cruz, expone la inequidad y la injusticia de los que es víctima la mujer a través del machismo y la discriminación femenina.

¿Qué tuvo que hacer sor Juana como para ejercer su derecho a la igualdad cuando a educación se está refiriendo? Contestación: Lo cual ella hizo fue estudiar por su cuenta.

Sor Juana padeció persecuciones y fue víctima de la misoginia por ser una mujer culta y docta, pero también por ser una monja que no se dedicaba sólo a la vida monástica. Trató de probar en su defensa intelectual que no era ni unica ni extraordinaria, y que hubo muchísimas mujeres cultas en la historia.

‘Al trato de amor, encuentro diamante y soy diamante al que de amor me trata.’ ‘Teniendo por mejor en mis propias verdades consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades.’ ‘Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la oportunidad de lo mismo que culpáis.’

El soneto «¿En perseguirme, mundillo, qué interesas ?» de Sor Juana Inés de la Cruz, muestra como se respeta una determinada métrica y se desarrolla un ritmo literario que a través de un videojuego de palabras marca la vision de esa primera persona acerca de lo cual lo rodea y sobre lo cual es.

Sor Juana Inés de la Cruz
Aprendió a leer y a escribir prontísimo y poseyó acceso a una educación poco consuetudinario para las niñas de la época. Religiosa de la Orden de cosas de San Jerónimo, cultivó la lírica, el auto sacramental, el teatro y la prosa.

Sor Juana razona de la siguiente manera: Dios desea hacernos finezas en tanto que va con el «corriente natural» de su infinita bondad, amor y poder. Pero los seres seres humanos están pudiendo ser ingratos o bien emplear mal los «regalos» divinos, dañándose a sí mismos. Ergo, cuando Dios no nos lleva a cabo una fineza, nos hace la mayor fineza.

Fue ampliamente reconocida como literata, aunque ella misma declaró en su Contestación a Sor Filotea de la Cruz, que siempre escribió por encargo. Escribió obras de teatro, como Los empeños de una casa (1683) y Amor es más laberinto (1689); autos sacramentales como El divino Narciso (1689) y rebosante poesía.

Su poesía, rica en complejas figuras del lenguaje, conceptos ingeniosos y referencias a la mitología grecolatina, resalta por una deslumbrante hermosura sonora, ingenio depurado y profundidad filosófica como puede apreciarse en su poema más esencial y largo con 975 versos, Primero sueño de 1692.

Es por eso que hoy día, Sor Juana Inés de la Cruz es considerada como precursora del movimiento feminista porque si bien en ese preciso momento el concepto no existía, su osadía y ganas de aprender sirvieron para que años más tarde muchísimas mujeres se motivaran y la tomaran de ejemplo.