Los quiroprácticos afirman que agachar la cabeza para usar el teléfono estresa la columna vertebral, y esa no es la única forma en que los dispositivos nos lesionan y cambian.
Entonces, ¿qué es el cuello tecnológico? Es fácil. Es la joroba que se desarrolla por mirar demasiado el teléfono.
Eso es menos emocionante. Y menos negable. La Asociación Australiana de Quiroprácticos afirma que nuestro uso compulsivo de los dispositivos móviles está cambiando la forma de nuestro cuerpo.
¿Cómo? Supongamos que sostienes tu teléfono en un ángulo que te hace bajar la cabeza 60 grados. Eso añade aproximadamente 27 kg (60 libras) de peso a través de tu columna vertebral. Ahora, imagina que haces eso durante varias horas cada día. Eso es un desastre para la espalda.
Aunque el cuello tecnológico sólo tiene dos años, los teléfonos son más antiguos que eso, y el «cuello de texto» fue identificado como una dolencia en 2011, pero la pandemia empeoró mucho las cosas.
Durante un mes tras otro, te veías privado del contacto humano normal y tenías que comunicarte con el resto del mundo a través de tu teléfono. Y cuando no lo hacías, te pasabas el tiempo mirando con horror algunas de las peores noticias de la historia moderna.
Como podemos aliviar el dolor
Eso suena como yo!. A mí también!. ¿Y sabes qué? Todas esas malas noticias eran un dolor de cabeza.
Bueno, el lado positivo es que los teléfonos sólo nos han perjudicado en un sentido. O dos, si cuentas el «pulgar del teléfono«, una condición en la que tu pulgar puede inflamarse por el envío prolongado de mensajes de texto.
Vale, bien, dos formas. O tres, si se tiene en cuenta la afirmación de que la luz azul emitida por los teléfonos puede interferir en la producción de melatonina. O cuatro, si contamos la fatiga ocular que se produce por el uso prolongado. Y hace un par de años se sugirió que a los humanos les crecen espolones óseos en la base del cráneo para contrarrestar todas las terribles posturas relacionadas con el teléfono.
El problema de la postura es fácil de corregir. Puedes hacer un simple estiramiento, en el que entrelaces los dedos detrás de la cabeza y mantengas los codos contra la pared.
O puedes intentar sostener el teléfono a la altura de los ojos, para reducir la presión sobre la columna vertebral. O haz un esfuerzo adicional para mantenerte activo a lo largo del día.
Los mensajes de texto pueden dañar la columna vertebral, pero hay una forma mejor de combatir el cuello tecnológico.
Esto suena siniestro. Siempre puedes intentar no usar tanto tu teléfono.
¡Nunca! Las jorobas valen la pena!, queda a su criterio pero como todo en la vida hay que tener un equilibrio y nuestra salud lo vale tratemos de reducir el tiempo de uso que le damos a los telefonos.
