Socialización terciaria: procesos y agentes - 3 - septiembre 27, 2023

Socialización terciaria: procesos y agentes

La socialización terciaria es un proceso de reintegración social solamente aplicable a aquellos que han sufrido una desviación de la norma. También se denomina resocialización y se aplica sobre aquellas personas que han mostrado conductas delictivas e infracciones.

Durante la socialización terciaria, las personas que han cometido delitos son sometidas a programas de rehabilitación y reinserción social. Estos programas tienen como objetivo principal ayudar a los individuos a adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para reintegrarse en la sociedad de manera positiva y evitar futuras conductas delictivas.

Existen diferentes metodologías y enfoques utilizados en la socialización terciaria, pero todos se centran en proporcionar a los individuos las herramientas necesarias para cambiar su comportamiento y adoptar conductas socialmente aceptadas. Esto puede incluir terapia individual o grupal, programas de educación, capacitación laboral y asesoramiento psicológico.

En muchos casos, la socialización terciaria se lleva a cabo en instituciones penitenciarias, donde los individuos cumplen sus penas y participan en programas de rehabilitación. Sin embargo, también puede realizarse de manera externa, a través de centros de rehabilitación y organizaciones especializadas.

Es importante destacar que la socialización terciaria no solo busca la reintegración social de los individuos, sino también su bienestar emocional y psicológico. Se pretende que las personas que han cometido delitos puedan reconstruir sus vidas de manera positiva, estableciendo relaciones saludables y contribuyendo activamente a la sociedad.

¿Qué es la socialización terciaria? ¿Cuáles son algunos ejemplos de ella?

La socialización terciaria es un proceso mediante el cual se busca readaptar la conducta de una persona que ha transgredido las normas sociales. Por lo general, este tipo de socialización ocurre en instituciones como las cárceles, donde se busca reeducar y reintegrar a los individuos que han cometido delitos.

En este contexto, la socialización terciaria se centra en enseñar a los individuos habilidades y valores que les permitan reintegrarse a la sociedad de manera adecuada. Esto implica proporcionarles herramientas para que adquieran conciencia de las normas y reglas sociales, así como para que aprendan a controlar su comportamiento y manejar conflictos de manera pacífica.

Algunos ejemplos de socialización terciaria incluyen programas de rehabilitación en prisión que ofrecen educación, terapia ocupacional, programas de capacitación laboral y apoyo psicológico. Estas actividades buscan brindar a los individuos las habilidades y conocimientos necesarios para que puedan reintegrarse a la sociedad de manera efectiva y evitar la reincidencia delictiva.

¿Qué es la socialización primaria, secundaria y terciaria?

¿Qué es la socialización primaria, secundaria y terciaria?

La socialización primaria se refiere a la etapa inicial de socialización que ocurre en la infancia y en la cual la familia juega un papel fundamental. Durante esta etapa, los niños aprenden las normas, valores y comportamientos básicos de su cultura a través de la interacción con sus padres, hermanos y otros miembros de la familia. Es en este periodo donde se establecen las bases para el desarrollo de la identidad y la formación de los vínculos afectivos primarios.

Por otro lado, la socialización secundaria se refiere a la socialización que ocurre más tarde en la vida, a través de la interacción con instituciones sociales como la escuela, los grupos de iguales y los medios de comunicación. Durante esta etapa, los individuos aprenden las normas, roles y comportamientos específicos de su sociedad, así como habilidades y conocimientos más especializados. La socialización secundaria complementa y amplía lo aprendido en la socialización primaria, y tiene un papel importante en la formación de la identidad social y en la inserción de los individuos en la sociedad.

Por último, la socialización terciaria se refiere a la socialización que ocurre en contextos laborales o profesionales. Durante esta etapa, los individuos aprenden las normas y habilidades específicas de su ocupación o área de especialización. La socialización terciaria es importante para el desarrollo de la identidad profesional y para el éxito en el ámbito laboral.

¿Cuáles son los tipos de socialización?

¿Cuáles son los tipos de socialización?

Existen diferentes tipos de socialización que se llevan a cabo en distintas etapas de la vida de un individuo. Estos tipos de socialización son primaria, secundaria y terciaria.

La socialización primaria ocurre durante los primeros años de vida de una persona, generalmente en el núcleo familiar. En esta etapa, se adquieren las habilidades básicas para interactuar con los demás, se aprenden los roles de género, normas y valores culturales. Es en este proceso donde se establecen los cimientos de la personalidad y se forman los primeros lazos afectivos.

La socialización secundaria se da en el ámbito de la escuela, el trabajo y otras instituciones sociales. Aquí se aprenden habilidades más complejas y específicas, como el trabajo en equipo, la adaptación a normas y roles sociales establecidos, y se adquieren conocimientos académicos o profesionales. Esta etapa es fundamental para la inserción y participación activa en la sociedad.

Finalmente, la socialización terciaria se da en contextos más específicos, como grupos de amigos, organizaciones de voluntariado o grupos de intereses comunes. En esta etapa, se adquieren nuevas habilidades sociales, se establecen redes de apoyo y se fortalece la identidad personal. Además, se puede aprender a adaptarse a diferentes grupos y situaciones sociales.

¿Cuál es la socialización secundaria?

¿Cuál es la socialización secundaria?

La socialización secundaria se refiere a los procesos a través de los cuales el individuo adquiere los conocimientos, habilidades y normas necesarios para desempeñar roles específicos en instituciones sociales más amplias. Estos roles y contextos incluyen la educación, el trabajo, la religión, la familia extendida, entre otros. Durante la socialización secundaria, el individuo aprende a adaptarse a las expectativas y normas de estos nuevos entornos sociales, desarrollando habilidades y conocimientos específicos que son necesarios para funcionar en ellos.

Un ejemplo de socialización secundaria es el proceso de educación formal. A través de la asistencia a la escuela, los individuos adquieren habilidades académicas, aprenden a interactuar con sus compañeros y maestros, y se familiarizan con las normas y expectativas de la institución educativa. De manera similar, cuando una persona entra en el mundo laboral, debe aprender las normas y prácticas específicas de su ocupación, así como las expectativas de comportamiento en el lugar de trabajo.