La historia gastronómica de Marruecos es una mezcla entre la cultura del norte de África, árabe y mediterránea, por lo tanto, resulta ser una comida de gran riqueza y diversidad. La cocina marroquí se caracteriza por el uso de especias exóticas, hierbas aromáticas, frutos secos, carne y verduras. Uno de los platos más emblemáticos de Marruecos es el tajine, un guiso cocinado lentamente en un recipiente de barro del mismo nombre, que puede contener cordero, pollo, pescado o verduras, acompañado de cuscús, una especie de sémola de trigo.
Además, la gastronomía marroquí destaca por platos como:
una sopa espesa a base de legumbres, carne y especias, típica del mes de Ramadán.
En cuanto a los postres, los dulces marroquíes son famosos por su exquisito sabor y su presentación elaborada. Algunos de los más populares son los ghriba (galletas de almendra), la chebakia (galletas de miel y sésamo) y la briwat (hojaldres rellenos de almendra o avellana).
Por último, para acompañar estas delicias, la bebida más consumida en Marruecos es el té a la menta, una infusión de té verde con hojas de menta y una gran cantidad de azúcar. Este té se sirve en pequeños vasos decorados y forma parte de la hospitalidad marroquí.
¿Qué tipo de comida se come en Marruecos?
La comida típica de Marruecos es una verdadera explosión de sabores que refleja la rica historia y cultura del país. Algunos de los platos más emblemáticos incluyen los deliciosos tajines, que son guisos cocinados lentamente en un recipiente de barro con una mezcla única de especias. El cuscús con verduras es otro plato muy popular, elaborado con sémola de trigo y acompañado de una colorida variedad de vegetales. La harira, una sopa espesa a base de tomate, lentejas y garbanzos, es considerada un plato reconfortante y nutritivo.
Otro plato imperdible es el tradicional hummus de garbanzos, servido con pan de pita y aceite de oliva, así como el kefta, unas deliciosas albóndigas de carne sazonadas con hierbas aromáticas. Además, en los zocos de Marruecos se puede disfrutar de una amplia variedad de especias que realzan el sabor de los platos. La cocina marroquí es una combinación de influencias bereberes, árabes, judías y francesas, lo que la convierte en una experiencia culinaria única que vale la pena explorar. (
- Tajines.
- Cuscús con verduras.
- Harira.
- Tradicional hummus de garbanzos.
- Kefta.
- Zoco de especias en Marruecos.
)
¿Cuál es lo típico en Marruecos?
En tu viaje a Marruecos, además de disfrutar de su exquisita gastronomía, podrás encontrar una gran variedad de artesanías típicas del país. Los mercados callejeros, conocidos como zocos, son el lugar perfecto para adquirir productos típicos como alfombras, cerámica, cuero, joyería y textiles. También es característico el uso de la henna en tatuajes temporales, una tradición arraigada en la cultura marroquí.
Otro aspecto típico de Marruecos es su arquitectura, con influencias árabes y bereberes. Los zocos y las medinas (ciudades antiguas) están llenos de callejuelas estrechas y laberínticas, mezquitas, palacios y jardines. Las construcciones con azulejos y los patios interiores con fuentes son una seña de identidad de la arquitectura marroquí.
¿Qué distingue a la cocina marroquí de otras cocinas del Mediterráneo?
La cocina marroquí se distingue de otras cocinas del Mediterráneo por su uso característico de especias y hierbas aromáticas, como el comino, la cúrcuma, el jengibre, el cilantro y la menta, que le otorgan a sus platos un sabor único y exótico. Además, se agarra fuertemente a las legumbres y a los frutos, tanto naturales como frescos, productos que acompaña en mayor o menor medida de carnes, principalmente de cordero, y pescados que ofrecen sus generosas aguas. Esta combinación de ingredientes frescos y especias aromáticas hace que la cocina marroquí sea una explosión de sabores y aromas.Otra característica distintiva de la cocina marroquí es su uso creativo de frutos secos, como almendras, nueces y pasas, que se utilizan para dar textura y sabor a platos tanto salados como dulces. Los platos típicos incluyen el cuscús, el tajine (guiso cocinado en un recipiente de barro con tapa cónica), la harira (sopa tradicional) y una variedad de ensaladas y pasteles de hojaldre. La mezcla de influencias bereberes, árabes, africanas y europeas ha enriquecido la cocina marroquí, convirtiéndola en una fusión de sabores y tradiciones culinarias.