Perdonar: Un Acto de Bondad

El perdón puede aun llevar a poseer sentimientos de comprensión, empatía y compasión para la persona que te hirió. Perdonar no significa olvidar, ni hallar disculpas como para el daño que se te hizo, ni reconciliarte con la persona que te ocasionó el daño. Perdonar da un tipo de paz que te ayuda a seguir con tu vida.

Como para ser perdonados, debemos perdonar.
Porque si perdonáis a los hombres sus propios ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas (Mateo 6:14 1315).

El perdonar a otros no es optativo como para los cristianos; es una orden. En Mateo 6:12, Jesús nos enseñó a orar, ‘Perdóna nuestras deudas como también nosotros hemos perdonado a nuestros morosos’. Él dejó claro que la oferta de perdón de Dios es inseparable de nuestra disposición a perdonar a los demás.

El pecado de negar al Espíritu Santo, pecado que no tiene perdón. La blasfemia frente a al Espíritu no les será perdonada a los hombres, Mateo 12:31 1332 (Mar. 3:29; Lucas 12:10).

¿QUÉ NECESITAMOS PARA PODER PERDONAR ?

1. Lo primero de todo es aceptar lo que ha ocurrido, proporcionarle su importancia, no ignorarlo.
2. Considera el punto de vista del otro.
3. También te puede auxiliar el recordar aquéllas veces que te han perdonado a ti.

Perdonar reduce el miedo al desapruebo, engaño, abandono, por tanto, acrecienta la confianza en sí mismo y libera al individuo del rencor. 13El perdón limpia asuntos inconclusos y cierra episodios dolorosos que están robando energía, capacidad y afectan el rendimiento personal.

Disculpar las ofensas quiere proferir que que no procuramos vengarnos, ni tampoco preservamos resentimiento a este respecto, sino que superamos la venganza y el resquemor. Significa tratar amablemente a quien nos ha ofendido.

7 pasos como para aprender a perdonar.

1. Identifica tu dolor. ¿De en dónde viene todo lo cual estás sintiendo?
2. Reconocer las emociones que te ocasiona ese dolor.
3. Perdónate a ti mismo y dejar ir el transcurrido.
4. Sé empático.
5. Excusa incondicionalmente.
6. Sé agradecido.
7. Desea de nuevo.

Debes aceptar y entender que esa persona te hizo daño y que verdaderamente está afectándote. Reconoce que si decides perdonar es pues te lo mereces. No se está tratando de la persona que te lastimó, sino que te hará bién a ti mismo. Ir acumulando este daño solo logrará que estés malhumorado, desengañado y con mucho resentimiento.

Reconocimiento de la ofensa ante uno mismo y ante Dios. Plantearse no reiterar la ofensa.

¿Cómo sabes si el Padre Divino te ha perdonado?

1. Sentir el Espíritu. Sé que se me ha perdonado en cuanto puedo sentir el Espíritu.
2. La tranquilidad de que Cristo está conmigo.
3. El amor y la felicidad.
4. Paz en el corazón.

Disculpar es elegir no tomarle en cuenta la ofensa al agresor.
Ciertas iniciativas básicas como para reprender instruyendo:

1. Búsqueda el instante oportuno, el sitio y la forma conveniente para platicar con tu ofensor.
2. Cuando charlen, no procuren culpables sino soluciones.
3. Que tus palabras sean pocas y claras.

Siete pecados capitales

• lascivia.
• ira.
• arrogancia.
• envidia.
• avaricia.
• pereza.
• gula.

La arrogancia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la vagancia son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales».

¿Hay pecados sin perdón? El arrepentimiento o bien contrición es imprescindible para recibir el perdón de Dios. El unico pecado que no tiene perdón es el pecado versus el Espíritu Beato.

Efectivamente, solamente Dios puede perdonar los pecados. Solamente Él es apto de tomar nuestra propia debilidad y transformarla, de enderezar nuestro sendero para que andemos de su mano. Precisamente eso es el Adviento.