Los pasivos circulantes son obligaciones (deudas) a corto plazo dentro de una compañía, que deben ser liquidadas en un período de tiempo corto (inferior a 12 meses). Mientras tanto, los activos circulantes son esos recursos empresariales de los que dispones a corto plazo.
Los pasivos líquidos son una parte importante de los pasivos circulantes de una empresa. Estos pasivos consisten en deudas que deben ser pagadas en un corto plazo, por lo general en el transcurso de un año. Incluyen principalmente cuentas por pagar, préstamos a corto plazo, impuestos por pagar, entre otros.
Algunos ejemplos de pasivos líquidos incluyen:
20.000€
El pasivo líquido es importante para las empresas, ya que representa las deudas que deben ser pagadas en un corto plazo y afecta la liquidez de la empresa. Una alta proporción de pasivo líquido en relación con los activos circulantes puede ser una señal de que la empresa puede tener dificultades para cubrir sus obligaciones a corto plazo.
¿Qué es un pasivo y cuáles son los tipos de pasivo?
Los tipos de pasivo son las distinciones que se pueden hacer del conjunto de deudas y obligaciones de cualquier clase. Es decir, entendemos como pasivo toda aquella forma en la que, de una manera u otra, se incurre o se va a incurrir en un gasto.
Existen varios tipos de pasivo, entre los que se encuentran el pasivo corriente (deudas y obligaciones a corto plazo, que deben ser pagadas en un periodo inferior a un año), el pasivo no corriente (deudas y obligaciones a largo plazo, cuyo vencimiento supera el año), el pasivo contingente (obligaciones que dependen de la ocurrencia de un evento futuro), y el pasivo financiero (obligaciones de pago derivadas de la obtención de recursos financieros).
¿Cuáles son 5 ejemplos de pasivos?
Además de los ejemplos mencionados, otros ejemplos de pasivos de una empresa incluyen los préstamos bancarios, los bonos emitidos, las cuentas por pagar, las provisiones para contingencias, las pensiones y otros beneficios a los empleados, los dividendos por pagar y las ventas de bienes o servicios a crédito. Estos pasivos representan las obligaciones actuales o futuras de la empresa y se clasifican en pasivos corrientes (a corto plazo) y pasivos no corrientes (a largo plazo).
Los pasivos son una parte fundamental del balance general de una empresa, ya que representan fuentes de financiación que deben ser devueltas en el futuro. Es importante para los inversionistas y analistas financieros evaluar la estructura de pasivos de una empresa para determinar su capacidad de pago y su solidez financiera.
¿Qué va en el pasivo corriente?
El pasivo corriente incluye todas aquellas obligaciones y deudas que una empresa o entidad debe pagar en un plazo de un año o menos. Esto puede abarcar préstamos a corto plazo, salarios y prestaciones por pagar, impuestos pendientes, cuentas por pagar a proveedores, entre otros. En resumen, es todo aquello que la empresa debe liquidar en el corto plazo, generalmente con sus activos corrientes.Además, el pasivo corriente es una parte importante del análisis financiero de una empresa, ya que refleja su capacidad para cumplir con sus compromisos financieros a corto plazo. Un pasivo corriente elevado en relación con los activos corrientes puede indicar dificultades para hacer frente a las obligaciones a corto plazo, lo que podría ser señal de riesgo financiero. Por otro lado, un pasivo corriente bajo en relación con los activos corrientes puede ser indicativo de una situación financiera sólida.
¿Cuáles son 4 ejemplos de pasivo corriente?
Los pasivos corrientes son deudas u obligaciones que una empresa espera liquidar en el corto plazo, generalmente dentro de un año. Algunos ejemplos de pasivos corrientes incluyen:
- Salarios y prestaciones sociales a trabajadores: Estas obligaciones son consideradas pasivos corrientes, ya que se espera que se paguen en el corto plazo, generalmente en forma quincenal o mensual.
- Impuestos: Los impuestos por pagar a las autoridades fiscales también son pasivos corrientes, ya que deben liquidarse en el corto plazo según las fechas de vencimiento establecidas por la ley.
- Deudas con proveedores: Las deudas resultantes de la compra de bienes o servicios a crédito se consideran pasivos corrientes, ya que se espera que se liquiden en el corto plazo, generalmente en un plazo de 30 a 90 días.
- Algunas deudas bancarias: Los préstamos o líneas de crédito con vencimiento en el corto plazo son considerados pasivos corrientes, ya que se espera que se paguen en un año o menos.
Es importante para las empresas gestionar adecuadamente sus pasivos corrientes, ya que su manejo influye en la liquidez y solvencia de la organización.
