Mordiendo los Higos Secos

La constituye más convencional de comer los higos fresquitos es quitando la piel fina que poseen y comiendo su interior.

Los higos secos son un alimento muy saludable, no hay ninguna contraindicación que impida su consumo, no obstante, es recomendable consumir unos 30 gramos de higos al día, lo cual equivale a 5 unidades más o menos.

Esta fruta seca es una fuente de fibra, por lo que se convierte en un gran aliado para aquellas personitas que poseen problemas de estreñimiento. Mejora el tránsito intestinal. Merced a la fibra que poseen, asimismo se disminuye el riesgo de enfermedades como la diabetes.

Los higos pueden comerse pelados o sin pelar, en función del grosor de la cáscara así como de las preferencias muy personales.

Los higos no se deben lavar puesto que su piel se impregna de manera veloz; se han de adecentar con un trapo ligeramente humectado.

Los higos poseen cantidades esenciales de omega 3 y 6 que, así como el potasio, permiten combatir diferentes inconvenientes de salud relacionados con el sistema cardiovascular, como es el caso de la hipertensión arterial, peligro de asalto cardíaco o problemas coronarios, entre otros muchos.

Al ser un fruto laxante por natura, su consumo excesivo puede causar indigestión. A su vez, no se aconseja comer higos en grandes cantidades si sueles sufrir de acidez gástrica, diarrea, o en casos de personas con diabetes y sobrepeso.

Hay 114 calorías en 4 higos (40 g).

Los higos son ricos en azúcares naturales, minerales, fibra soluble, potasio, calcio, magnesio, fierro y cobre y son una fuente de vitaminas antioxidantes A y K que contribuyen a generar esenciales beneficios para la salud y el bienestar, como ayudar al deportista a la restauración mediante la nutrición.

Múltiples estudios han demostrado la capacidad de los higos de disminuir los efectos del estreñimiento, como el dolor y la hinchazón. Además de esto de ello, contribuye a prevenir enfermedades como el cáncer de colon.

Fuente de Minerales: Contiene altas cantidades de potasio, magnesio, calcio y fierro además de esto de pequeñas aportaciones de otros minerales y vitaminas. Todos ellos asisten al buen funcionamiento de los músculos y huesos. Fierro: Este mineral es el delegado de transportar el oxígeno en la sangre.

El higo es una fruta de bajo índice glucémico, lo que quiere proferir que su azúcar se libera gradualmente al torrente sanguíneo, lo cual ayuda a compensar la insulina, siendo además de esto fuente de fibras solubles, que reducen el índice glucémico de otros alimentos ingeridos en exactamente la misma comida.

Comer, cuando menos, de 2 a 3 porciones de higos diarias puede reducir y batallar de forma significativa este dilema que afecta en especial a los adultos mayores de 60 años, según los especialistas del servicio de Oftalmología del Centro de salud Universitario Nuestra propia Señora de la Candelaria (HUNSC).

La medicina clásico recomienda el empleo de la piel del higo como tratamiento para suprimir el exceso de acne por su capacidad de reducir los niveles de grasa, además de esto de contener propiedades cicatrizantes.