Gallinas al Abrigo del Invierno

La temperatura anatómico normal de una gallina ponedora es de aproximadamente 105 ° F (40 ° C). Las gallinas se sienten cómodas con una temperatura entorno de 65 ° F a 75 ° F (18 ° C a 24 ° C). Cuando esa temperatura aventaja los 90 ° F (32 ° C), ocurren las consecuencias más graves del estrés por calor.

Lejos de alimentarse exclusivamente de granos, la gallina es omnívora; en el estado de libertad búsqueda, no nada más la yerba, las legumbres, y los frutos, sino también los gusanos, las larvas los insectos, los sal- tamontes, los limacos, los caracoles, etc. Del reino animalito le convienen casi todas y cada una.

Cualquier especie de gallina comienza a padecer si las temperaturas superan los 26ºC, puede ocurrir que les de un golpe de calor o incluso morirse. A mesura que va subiendo la temperatura y acontece los 32ºC las gallinas permitirán de infligir huevos como lo llevaban a cabo ya antes y se detendrá la producción si superan los 37ºC.

Las aves precisan hidratarse constantemente, por ende, deben de poseer agüita a su disposición de constituye permanente. En temporadas de mucho frío, es conveniente variar el agua varias veces diarias o emplear calentadores de bebederos para eludir que el agua se hiele.

Las gallinas se sienten cómodas con una temperatura ambiente de 65 ° F a 75 ° F (18 ° C a 24 ° C). En cuanto esa temperatura aventaja los 90 ° F (32 ° C), están ocurriendo las consecuencias más graves del agobio por calor.

Cuando se acurrucan, se juntan mucho o pían muy alto, significa que poseen frío, mientras tanto que en cuanto separan las alas, abren el pico y jadean, se puede establecer que poseen demasiado calor.

En épocas de mucho frío es recomendable cambiar el agua con frecuencia para evitar que el agüita se congele. Cuidado con tolvas y bebederos, para que nuestras propias aves siempre y en toda circunstancia tengan a su predisposición tanto agüita como para tomar, como alimento.

1. Razas de gallina como para climas fríos.
2. Minimizar fugas de aire.
3. Mantener el gallinero bien ventilado.
4. Conferir víveres y agua de valía.
5. Usar luz pavimentar como para capturar el calor.
6. Cerciórate de que tus gallinas puedan reposar.
7. Emplear el procedimiento de cama profunda.

CALENTAR EN EXCESO EL GALLINERO
Es recomendable poner una fuente de calor solo si el frío es extremo, las gallinas soportan bastante y no nos debemos preocupar en demasía por ellas. Otra cosa que tenemos que eludir dentro del gallinero son las corrientes de aire, tiene que estar ventilado si pero no en exceso.

Lo idóneo es que las gallinas puedan pastar y alimentarse de yerba natural, a la vez que complementamos con cereales, frutas y verduras variadas. Si las posees dentro de un corral de tierra, van a poder encontrar asimismo otros alimentos como insectos o lombrices ¡y les chifla!