Si tienes un altavoz pasivo y quieres aprovechar todo su potencial, estás en el lugar indicado. En este post te enseñaremos cómo convertir tu altavoz pasivo en uno activo de forma sencilla y económica.
¿Cómo saber si un altavoz es activo o pasivo?
La principal ventaja de los altavoces activos es que no necesitan un amplificador externo, ya que este está incorporado en el propio altavoz. Esto significa que no es necesario comprar un amplificador adicional ni preocuparse por si el amplificador es compatible con el altavoz. Además, al tener el amplificador integrado, se evitan posibles problemas de interferencias o distorsiones que podrían ocurrir al conectar un amplificador externo.
Otra ventaja de los altavoces activos es su facilidad de uso. Al no tener que preocuparse por la conexión con un amplificador externo, solo es necesario conectar el altavoz a una fuente de audio, como un reproductor de música o un mezclador, y listo. Esto los hace ideales para su uso en eventos en vivo, estudios de grabación o incluso para uso doméstico, ya que no se necesita tener conocimientos técnicos avanzados.
¿Cuál es la diferencia entre un subwoofer activo y uno pasivo?
En el mercado, podemos encontrar dos tipos de subwoofers: activos y pasivos. La principal diferencia entre ellos radica en la forma en que se alimentan y amplifican. Los subwoofers activos son independientes, lo que significa que tienen su propio amplificador integrado. Esto permite que funcionen de manera autónoma y no requieran de un amplificador externo para su funcionamiento. Los subwoofers activos suelen ser más fáciles de configurar y ofrecen mayor flexibilidad a la hora de ajustar el nivel de graves.
Por otro lado, los subwoofers pasivos son dependientes, es decir, necesitan ser alimentados o amplificados por otro reproductor al que van conectados. Estos subwoofers no cuentan con un amplificador integrado, por lo que requieren de un amplificador externo para funcionar correctamente. Los subwoofers pasivos suelen ser más económicos que los activos, pero requieren de una mayor configuración y ajustes para obtener el mejor rendimiento. Además, al estar conectados a un amplificador externo, es importante asegurarse de que la potencia del amplificador sea adecuada para el subwoofer pasivo.
¿Qué significa un altavoz pasivo?
Los altavoces pasivos son aquellos que, para reproducir sonido, requieren elementos electrónicos externos como son amplificadores o etapas de potencia. Es decir, reciben una señal sonora desde una fuente de audio como puede ser una tarjeta de sonido, una mesa de mezclas, un teléfono móvil, ordenador, DVD o Blu-ray. Estos altavoces no tienen amplificación interna, por lo que dependen de un amplificador externo para poder funcionar.
Los altavoces pasivos suelen ser utilizados en sistemas de sonido profesional, como por ejemplo en conciertos, eventos en vivo o estudios de grabación. Son ideales para situaciones en las que se requiere una gran potencia de sonido, ya que al no tener amplificación interna, se pueden utilizar amplificadores con mayor capacidad de potencia.
¿Qué son los altavoces activos y pasivos?
Un altavoz pasivo es aquel que solo incluye en su interior los drivers y el crossover. Esto significa que necesita ser conectado a un amplificador externo para poder funcionar correctamente. Es decir, el altavoz pasivo no tiene la capacidad de amplificar la señal de audio por sí mismo, sino que depende de un amplificador externo para ello. Esto implica que el altavoz pasivo requiere de un cableado adicional para conectarse al amplificador.
Por otro lado, un altavoz activo incluye a mayores el amplificador, que ocupa espacio dentro de la carcasa del altavoz. Al tener incorporado el amplificador, el altavoz activo no necesita ser conectado a un amplificador externo, ya que puede amplificar la señal de audio por sí mismo. Esto implica que el altavoz activo tiene un cableado más sencillo, ya que solo necesita ser conectado a la fuente de audio.
En términos de calidad de sonido, no hay una diferencia significativa entre altavoces activos y pasivos. Sin embargo, al tener el amplificador incorporado, el altavoz activo suele ofrecer un sonido más amplio y de mayor calidad. Además, al no depender de un amplificador externo, el altavoz activo puede ser más compacto y liviano, lo que facilita su transporte y uso en diferentes lugares. Por otro lado, los altavoces pasivos suelen ser más versátiles, ya que permiten utilizar diferentes amplificadores y configuraciones de sonido según las necesidades del usuario.
