¿Cómo enfrentar la culpa de maltratar a un perro?

El castigo físico no sirve como para NADA
Si se los forma a base de golpes, lo va a recordar y va a tener una consecuencia directa en su comportamiento. No comprenden lo cual está pasando, suelen asustarse, empeora el nexo a caballo entre la familia y el animal. Se crea una relación de miedo.

Qué ocurre si le pegas a un perro en la nariz
Ya sea a modo de gracieta y de forma leve, como para la mascota no resulta ser bastante más que una broma de mal gusto que no comprenderá. De ahí que, además de dolor si te excedes, va a sentir frustración frente a un gesto que no comprende y que en cualquier caso es absolutamente inadecuado además de esto de innecesario.

A grandes rasgos, un perro que haya sido maltratado va a haber pasado por posiciones complejas de miedo, estrés y frustración, por lo cual: Es posible que observes conductas de incertidumbre, miedo y evitación: verbigracia, rehúye o deniega objetos como una escoba, le amedrentan los movimientos veloces, etc.

Al momento de regañar al perro no tienes que denominarlo por su nombre, o el animalito lo asociará con algo negativo y permitirá de responder. El denominado de atención debe ser con una vocablo corta, nada de sermones pues entonces el animal no comprenderá. Un ‘No’ firme y claro y un gesto bastarán.

Lo más recomendable en este mismo tipo de posiciones es que la policía asista cuando los agresores aún estan presentes. Como para lograrlo, en nuestros días contamos con una útil herramienta: los teléfonos móviles inteligentes. Se puede denominar al número gratis 062 o bien 091 para pedir la presencia de agentes de seguridad.

Es importante golpear las extremidades superiores al cuerpo y evitar el contacto visual directo, pues el animal podría interpretarlo como un acto de amenaza o bien reto.

Secuelas para el animal
Los animales que han pasado por maltrato son desconfiados cara las personitas y otras mascotas, pueden presentar síntomas depresivos como tristeza, miedo e inactividad, repetir de forma apremiante comportamientos como ladrar a toda hora e, aun, desarrollar agresividad.

La nariz de tu perro es una de las muchas partes más emocionales de su cuerpo y uno de los órganos más esenciales que puede poseer tu mascota. No tan solo por la capacidad de olfato que tiene, sino más bien que mediante ella podés advertir el estado de salud general de tu perro.

Si tienes que golpear a un perro es adecuada que lo hagas con tus extremidades muy inferiores y que apuntes a la garganta, nariz o bien a la parte siguiente de su cabeza.

Los perros lo llevan fatal, en parte pues su oído es mucho más emocional que el nuestro a los sonidos fuertes (no olvidemos que captan ondas de frecuencia tan bajas que los seres humanos no las percibimos).

En cuanto esté sentado aléjate de forma lenta de él caminando hacia atrás y llámale con la palabra que hayas escogido. Si lo hace bien y asiste a tu llamada, prémiale. Reitera el ejercicio unas cuantas veces. Cuando posea clara la orden, cambia un poco el ejercicio.

Si tu perro prosigue portándose mal ponlo en una canasta o bien en su cama y dale una palmada suave en su hocico detrás de morder. Tienes que reñirle detrás de hacerlo pero no le grites. No debes proporcionarle miedo, sólo darle una pequeña llamada de atencion. Un perro temeroso cuando se realiza adulto será más propenso a morder.

Lo mejor que podés realizar como para corregir a tu perro, es desconocer las conductas negativas, premiar las positivas y además iniciar un entrenamiento físico y de obediencia que te ayudarán a conseguir el perro que quieres. Claramente es mejor instruir a un perro con amor que con regaños.